Generalmente entendemos por estrés un estado de malestar o angustia que sufrimos ante situaciones límite o hechos desfavorables que nos afligen de forma continuada. Esto no es más que una visión simplificada y egocéntrica. En medicina, entre otras definiciones, se entiende por estrés a la suma de reacciones fisiológicas gracias a la cuales un organismo trata de mantener su equilibrio habitual frente a una agresión externa, a la que se conoce como factor estresante, que puede ser biológica o físico-química.

Hay que entender que, cualquier animal que viva en nuestros acuarios o en su medio natural mantiene una lucha constante para mantener su homeostasis o equilibrio frente a la influencia de todos aquellos factores externos negativos (factores estresantes) a los que está expuesto. Que pueda mantener ese equilibrio o no, depende de la intensidad y la duración de ese factor estresante. Sino se consigue recuperar la estabilidad previa a la aparición de uno o varios factores estresantes se dice que el animal entra en una situación de distrés.

Vamos a ver algunos factores que pueden desencadenar esa respuesta:

  1. FACTORES RELACIONADOS CON PARAMETROS MEDIOAMBIENTALES.

Todos los peces tienen, en función de su procedencia, unos valores ideales para cada uno de los parámetros fIsico-químicos del agua, el pH, la temperatura, la dureza, la salinidad, etc. Si nos desviamos de estos valores ideales obligamos al pez a adaptarse a esta nueva situación. Aunque los peces, como todos los seres vivos, tiene una cierta capacidad de adaptación hay que tener en cuenta que los peces salvajes se adaptan peor a estos cambios porque en sus lugares de origen apenas hay grandes variaciones y cuando las hay pueden desplazarse a otras zonas que se encuentren dentro de su zona de confort, algo que, en un acuario por sus dimensiones limitadas no pueden hacer. Además, en acuarios y especialmente cuando tienen un volumen reducido, las variaciones de los parámetros básicos pueden ser mas drásticas que en su medio natural.

Algunos de estos factores medioambientales pueden ser:

– la presencia de sustancias tóxicas como el cloro, el cobre, compuestos nitrogenados, especialmente el amoniaco, etc. Estas sustancias pueden proceder de una fuente exógena como ocurre con el cloro o el cobre que se encuentran en el agua de la red. Otras veces pueden producirse de forma natural, aunque accidental y no deseada, dentro del propio acuario como ocurre con los nitritos o con el ácido sulfhídrico frutos de la descomposición, en un caso aeróbica y en el otro anaeróbica, de la materia orgánica. En algunos caso como el del amoniaco la fuente, aunque suele ser endógena al producirse dentro del acuario, también puede provenir del exterior como puede ocurrir si el acuario se encontrará en una habitación en la que hubiera varios cajones de arena para gatos ya que la orina de estos tiene una elevada concentración de este gas.

– una penumbra constante o un paso brusco de la penumbra a una iluminación intensa y viceversa. Los peces al carecer de párpados no pueden protegerse fácilmente de las variaciones bruscas de la iluminación y pueden sufrir un shock que les provoque la muerte.

– variaciones en la concentración de oxigeno o de CO2 entre el día y la noche.

En acuarios marinos, un buen skimmer es la mejor forma de mantener un buen intercambio gaseoso.

– variaciones bruscas de la temperatura tiene un gran impacto en la salud de los animales de sangre fría como son los peces.

Es muy importante mantener una temperatura adecuada y estable en nuestros acuarios !!

– mantener acuarios en entornos ruidosos, especialmente si estos ruidos son intermitentes o repentinos y no constantes.

– etc., etc….

2.  FACTORES RELACIONADOS CON LA MANIPULACION Y LA CAUTIVIDAD.

 Manipular a un pez como cuando, por ejemplo, tenemos que pescarlo para trasladarlo a otro acuario es un factor estresante de primer orden. Perseguir a un pez durante un cierto tiempo, porque nos resulte difícil atraparlo, puede tener consecuencias fatales pasadas 24 o 48 horas. A este hecho se le conoce como síndrome de muerte retardada tras un esfuerzo. Cuando un pez realiza un esfuerzo intenso para evitar ser atrapado sufre, entre otros procesos fisiológicos, una bajada del pH sanguíneo que dificulta que las células excreten o expulsen los ácidos orgánicos producidos por el metabolismo celular. Si estos se acumulan en exceso en la célula se puede producir la muerte, aunque esto no ocurre hasta que hayan transcurrido varias horas. Sería algo parecido a que nosotros, tras realizar un ejercicio intenso, nos muriéramos por un ataque agudo de agujetas que no son mas que el dolor que se siente por la acumulación de cristales de ácido láctico producido por el músculo cuando trabaja en condiciones de falta de oxígeno. Además, sacar un pez del agua puede ser perjudicial para él porque no está acostumbrado a sentir la presión atmosférica sobre su cuerpo, especialmente sobre los opérculos que a su vez pueden presionar a las branquias produciendo pequeñas hemorragias o inflamaciones.

Otros factores estresantes relacionados con la manipulación y la cautividad son:

– El hacinamiento en acuarios pequeños

– la falta de elementos decorativos que sirvan a los peces para delimitar, identificar y, en su caso, defender su territorio

– el «transito» frecuente de peces que entran o salen del acuario cuando el aficionado tiene varios acuarios o como puede suceder a veces en los comercios minoristas o mayoristas.

– etc., etc….

Un acuario de buen tamaño, bien equipado y con una población de peces, plantas e invertebrados bien planificada es la mejor manera de reducir las situaciones de estrés para nuestros animales !!

3. FACTORES RELACIONADOS CON EL COMPORTAMIENTO.

A la hora de poblar un acuario nunca debemos olvidar las relaciones entre diferentes especies de peces (relaciones interespecíficas) o incluso las relaciones entre ejemplares de la misma especie, pero de distinto sexo o edad (relaciones interespecíficas). A parte del estrés que puede provocar un comportamiento agresivo por parte de otro pez, se pueden producir heridas que pongan en peligro el equilibrio homeostático del pez o que sean un foco de posibles infecciones oportunistas.

Algunos factores estresantes relacionados con el comportamiento pueden ser:

– Juntar especies con hábitos alimenticios similares que pueden ser competencia unas de otras.

– Juntar especies que ocupan las mismas zonas del acuario y que por tanto deben compartir el espacio.

– Juntar especies que prefieren aguas ácidas y blandas con otras que prefieren justo lo contrario.

– Juntar especies que prefieren temperaturas altas con otras  que sufren cuando sube la temperatura.

Todos estos factores y muchos otros más inducen, por parte del pez, a unas respuestas fisiológicas algunas de las cuales pueden ser comunes a varías especies y otras pueden ser específicas. En cualquier caso y con el fin de mantener el equilibrio previo al factor estresante esta respuesta suele ser muy intensa lo que puede producir la paradoja de que la respuesta a un factor estresante leve pueda tener consecuencias más graves que las que se pretendían evitar. Esta respuesta fisiológica es similar, en parte, en los peces y en los vertebrados incluido el hombre.

En un primer momento el pez trata de escapar de la situación adversa lo que podemos apreciar porque presenta una natación acelerada describiendo ochos junto a alguno de los cristales del acuario. Después, si la huida no es posible comienza un proceso de adaptación en el que se pueden distinguir varias etapas:

A) En un primer momento el sistema nervioso “toma consciencia” del factor estresante y estimula a la glándula hipófisis para liberar determinadas hormonas como algunas catecolaminas (adrenalina y noradrenalina) y corticoesteroides (cortisona y cortisol). Estas hormonas pasan a la sangre y se distribuyen por todo el organismo donde desencadenan la segunda etapa de la respuesta:

B) En esta segunda etapa se producen varios efectos como son:

– Trastornos de la osmoregulación y de la permeabilidad al agua. Esto produce, en los peces de agua dulce, un aumento de la masa corporal al hidratarse para compensar la diferencia de presión osmótica entre la sangre del pez y el agua que rodea a este. Por el contrario, en los peces marinos, sucede el fenómeno contrario y estos de deshidratan.

– Hiperglucemia o aumento de los niveles de glucosa en la sangre, necesaria para proporcionar energía a los músculos en caso de necesitar huir.

-Disminución de los niveles de vitamina C en la sangre lo que compromete el sistema inmunológico.

-Un aumento en los niveles de cortisol que dificulta la liberación de las lisozimas encerradas en los lisosomas de los macrófagos; estos son uno de los diferentes tipos de células que forman parte de la respuesta inmunitaria celular y que se encargan de “devorar” o fagocitar a los patógenos que han invadido un organismo. Previamente, estos patógenos han sido identificados y marcados por los anticuerpos y otros elementos que forman parte de la respuesta humoral del sistema inmunológico.

-Disminución de la capacidad de la hemoglobina para transportar oxígeno.

-Aumento del ritmo cardiaco.

-Trastornos hematológicos (alteraciones en los elementos que constituyen de la sangre).

Hay que aclarar que todas estas alteraciones se producen de forma escalonada porque la liberación de las hormonas que las producen también es escalonada.

Finalmente, como consecuencia de las dos primeras etapas de la respuesta a los factores estresantes se produce una drástica disminución de las defensas del pez o inmunodepresión lo que favorece el desarrollo de de enfermedades.

Tan importante o más que entender estos complicados procesos fisiológicos es sacar la conclusión de que cualquier cosa que ocurre dentro de un acuario o incluso en las inmediaciones de este, por mínima que nos pueda parecer, pueden tener alguna consecuencia sobre la vida de sus habitantes, aunque a veces, la ausencia de una relación causa-efecto aparente o inmediata nos impida comprobar esta afirmación. Por eso debemos ser cuidadosos y evitar:

–  combinaciones de peces poco apropiadas,

–  manejos bruscos e innecesarios,

–  cambios de agua grandes

–  aclimataciones inadecuadas

–  alimentación escasa, excesiva o poco variada

– etc., etc…. y sobre todo hay que tener presente siempre que no se debe hacer nada en el acuario que no sea necesario o de lo que tengamos dudas de si puede ser positivo o no; ante la duda lo mejor es consultar con un profesional.

También, además de evitar situaciones o factores estresantes, podemos hacer muchas cosas para «potenciar» el sistema inmunitario como:

– utilizar alimentos que contengan vitamina C o betaglucanos que son un grupo de moléculas capaces de inducir respuesta inmunitaria incluso frente a patógenos que nunca han estado en contacto con nuestro organismo.

– utilizar productos comerciales como los que las principales marcas nos ofrecen para reducir el estrés.

ReeFlowers nos ofrece Stress Cure para ayudar a nuestros peces a soportar situaciones dificiles !
ReeFlowers nos ofrece Stress Cure para ayudar a nuestros peces a superar situaciones difíciles !!

Por acabar un deseo en voz alta: si consigo desterrar del vocabulario de los aficionados frases como: “por un poco de cloro no pasa nada” y otras parecidas me doy con un canto en los dientes, de forma figurada claro ¡!!

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